Soy más un trovador que buen poeta
cantando sentimientos y emociones
de visitas sin cuerdas ni sesiones,
salvo los locos vuelos cual saeta.
Me apremian las influencias del asceta
que me salvan del monstruo de concreto
montando sus historias en boceto
con la graciosa crónica rimada.
Si acierto alguna luz en la calzada
valió la pena, éste, mi alfabeto.
Procuro criticar la realidad
cuidando no caer en el panfleto
crear claros retratos es un reto,
con solo luz de cotidianeidad.
No asumo información como verdad
ni saturo mi alma acongojada.
No empalmo en la pelea preparada
por los cómplices medios del poder
que truecan homo videns al saber
torciendo la sustancia por pasada.
Dios me quitó lo bruto, no lo feo,
a su modo mi padre me lo dijo
—pues si no eres un mal taquito mijo—
y desde aquellos días es que leo.
Mi madre compensó el zapateo,
sin saberlo pulió bien mi audición
con sus horas color del corazón
que hoy me traen picando en la palabra
con el sabor guajiro de quien labra
buscando en cualquier tierra su canción.
Soy tímido atrevido consecuente
cuando siento que el viento me acaricia
y me ofrece su vena alimenticia,
metiéndome a su centro iridiscente.
No sé si con la luna o sol silente
si en eclipse de mar o con marea
pero un asalto llega y merodea,
dejando su fulgor en la razón.
La chispa de la musa y el tesón
se pierden en la tinta que florea.
© Amarante
M Matus
* Mi Abuelo paterno, Gonzalo Amarante Reyes Uscanga
**Quien me
conoce sabe lo que me gusta y admiro el trabajo de Eugenia León. Este tema de
Víctor Manuel es mi regalo para Gonzalo.