miércoles, 19 de diciembre de 2018

Noviembre, 2018

Para llegar al objetivo de este año, el mes de octubre fue el mes de preproducción que se caracterizó por la creatividad, la paciencia y la ilusión de un esfuerzo colectivo cuya misión consistió en celebrar la vida, en el contexto de una fecha muy especial; fecha que marca en el calendario la anhelada visita de nuestros muertos, que desde El Mictlan o El cielo, vienen hasta aquí durante un largo viaje; vienen hasta este lugar en que seguimos para continuar bendiciendo la vida con nosotros y con nuestras tradiciones, aderezadas con la mezcla de otras culturas y otros símbolos.

Un año más que salimos avante dado el reto que representó la lluvia, casi el 90% de la decoración era susceptible de ser languidecida por ella, afortunadamente resistieron los invitados de este año pese a las características de los materiales utilizados que sirvieron para darle vida a la sección Sirenas: las calaveras de los distintos personajes populares de la cultura mexicana como también de los personajes que ya forman parte del imaginario en el mundo. Cráneos del “Chavo del ocho”, “Las chivas del Guadalajara” “El Cruz Azul”, “Frida Kalo”, “Iron Man”, “El hombre araña” o “El rayo de Jalisco”… por mencionar algunos, fueron hechos con materiales reciclables que el agua pudo haber destruido fácilmente. “La Catrina” que dio la bienvenida a la altura de la pluma, lo mismo; al igual que “La Calabaza Gigante” y la pareja de “Catrina” y “Catrín” enlazados por sus falanges y el Zombie, que justo se encontraba a un lado de ellos ¡Qué mejor imagen, símbolo de un mundo globalizado! Tampoco podían faltar las Calaveritas literarias, los cuerpos de los sin nombre y la tumba de los 43.

Un día como el pasado jueves significó la llegada de nuestros seres más amados, desde mundos paralelos, para ser testigos de que la vida continua con su espíritu acompañándonos, brindándonos una caricia almática que nos empuja a continuar porque el ciclo de la noche y el día es un continuum, y quienes aquí seguimos, los recibimos con las ofrendas, la fiesta, el jolgorio y la alegría de saberlos con nosotros porque solo el olvido es verdadera ausencia.

El uno de Noviembre en el mundo terrenal de Sirenas fue el día de la locura porque las aguas apenas dieron tregua para montar todo lo que preparamos, tanto para aquellos que vienen desde distintos puntos de la colonia, como para nosotros mismos; y aunque con pausas, y con un programa que no se cumplió del todo a cabalidad, sí que estuvo presente la ingeniosidad del mexicano para ultimar los detalles del día y ofrecer lo mejor de quienes formamos parte de este esfuerzo para cerrar la jornada exitosamente con las incorporaciones hechas para el Festival de este año, para la apuesta del día: “La silla eléctrica”, “La Calabaza Gigante” y Catrinas como Catrín.

Cerramos, pues, este ciclo, ciertos de que una vez más hemos cumplido… y refrendamos el compromiso de mantener, con los recursos que nos caracterizan, este vínculo que solo busca mantener vivo el espíritu de la comunidad en fechas tan significativas como el Día de Muertos.






miércoles, 3 de octubre de 2018

En estos días tristes



Nunca un invierno fue tan frío y triste
como tu alma aterida con sus lágrimas
y sus carámbanos ocultos, prestos
para embestir mi corazón nostálgico.

Nunca me supe un ser tan incapaz
cada ocasión que el llanto era tu voz
y mis oídos mudos se perdían
en la imagen salada de tu costa.

Nunca nuestro cariño fue sollozo
de confidencias cómplices que curan
el dolor de un instante enfebrecido

porque tu risa siempre fue de abril
y te traía paz el verbo azul
que en estos días es vacío y hiel.


© Amarante M Matus

* La ilustración es del artista visual Galen Valle. Este es su sitio web por si te interesa conocer un poco más de su obra:







lunes, 2 de abril de 2018

De nombres, hombres y personajes



Hay un sistema que aniquila al ciudadano
jugando sucio, sin cuartel, a la República:
sus cartas son la corrupción —privada y pública—
y un clan mafioso que se vende como hermano.
No queda sino denunciar con firme mano
a quien se ha puesto el antifaz de promotor
del cambio. Se dice: “brillante”, el impostor
que solo quiere usufructuar  a su votante;
vulgar apuesta es su apuesta de tunante
en un país que no se cansa del traidor.

Pululan hombres cuyos nombres son sinónimo
de robo, rentas mal habidas en sus mesas;
en tantos años de saqueo y de promesas
la impunidad la han convertido en el antónimo
de corrupción, y mas si osare algún anónimo
salir del hoyo hacia la luz del despertar,
no tarda mucho el gran hermano en acallar
al lego imbécil que tiró su tratamiento
para seguir sin cuestionar el juramento
de la Matrix en donde estamos sin estar.

Y llegan hombres cuyos nombres son los mismos,
los mismos nombres que pretenden expatriar;
el big brother les prende velas en su altar
y, como esporas, suma zombis sin racismos,
que para hacer patria, se valen “eufemismos”.
A la violencia que se sabe es represión;
le dan la vuelta con la ley y su razón;
y van confiados colocando a su iguales
en cargos públicos con rentas colosales.
¿Será que el pueblo los despida sin pensión?

Existen hombres cuyos nombres de batalla
son transa y trampa, por mentar los menos graves;
ya llevan años engordando bien sus aves
con democracia y libertad como pantalla.
Le temen mucho a su enemigo, el más gandalla,
pues amenaza con quitar sus privilegios:
“abrase oído semejantes sacrilegios,
abrase visto tanto odio a cierta clase”.
Un tal mesías tropical quiere una base
donde conviva el ser gregario y los egregios.


De mientras, pongo estas palabras en la arena
a ver si llega un viento fuerte que las lleve
a un corazón —quizás a dos— y se rebele
la indignación, y la conciencia no sea ajena
al vil ladrón que le succiona cada vena.
Les dejo aquí, "humildes votos", con mi verso
que ama sembrar si yo conmigo aún converso
alguna idea que disculpe este pudor
que me aparece por creer en el amor
cuando de sobra sé: no soy ningún converso.




© Gonzalo Reyes