MI MEMORIA Y SU JUEGOS
En la lectura uno
encuentra posibilidades y alternativas al mundo dado, uno encuentra otros
mundos, otras realidades. En su ejercicio uno nutre el universo con sus
distintas interpretaciones y en paralelo va construyendo el propio con retazos
tomados de aquí y de allá.
Soy un mal lector porque mi memoria es mala, eso sí, sibarita en
la coyuntura del encuentro con las letras que arman una historia posible
probable o encantadoramente fantástica, creíble.
De esa desmemoria brotan a ratos chispazos, golpes de ansiedad
que requieren ser plasmados, vertidos a la hoja de papel.
De ahí la necesidad de decir cosas, de contar historias breves,
de intentar espacios de recreo para alimentar el espíritu y poblar de esperanza
la realidad con la irrealidad de lo que vaya saliendo de estas manos y esta
memoria, caprichosa memoria que se empeña en ocultarme cosas para revelarme las
posibilidades de una realidad simultánea que pelea por salir a la superficie para
saludar un mundo al que observa desde dentro e impaciente espera por su
oportunidad.
Muy bueno, totalmente de acuerdo. Saludos.
ResponderEliminarGracias Alan. Saludos cordiales.
EliminarYo también estoy de acuerdo,Gonzalo, esa necesidad de contar historias que muchas veces reposan en nuestro corazón o en nuestro subconsciente, y cuando escribimos afloran
ResponderEliminarJusto eso Alejandra, florecen como si la primavera no importando el ciclo estacional que se viva apareciera en el interior de uno.
EliminarSaludos y gracias.
Me parece que tu goce por las letras y sobretodo esa inquietud tan fulminante de compartir historias,crear escenarios es lo más importante,dejate fluir que las ideas vienen de grandes momentos de inspiración,saludos.
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