Soy un ser
solitario
al que la
madrugada enfrentó con el lobo.
Desde la
fusión que experimentamos
─ la
humanidad del lobo con la mía ─
mi voz almática y rabiosa
le canta a
la luna los reproches
de un doliente
licántropo temido.
Nací con
la mayor de sus caricias
y desde
entonces ando
sujeto a sus
caprichos rotatorios.
Es la luz
y la umbrosa compañera;
la amante
y la constante maldición.
Siempre que me visita por las noches
de
lastimosa soledad,
su blanca plenitud
secuestra cierta paz del corazón
obligándome
a ir preso de mi sentencia
por la
siguiente víctima.
Y así
discurre el tiempo
desde el
infausto día en que la carne
mutó por
el colmillo y las mortales garras
y desperté
sorprendido, medroso,
aún
envuelto en púrpura con lágrimas de añil
en la
abundancia del cabello
que
derramaba el animal herido.
Entre las
lunaciones vivo oculto
con el
temor en el olfato,
con el
hambre y el terror en la quijada
Me retiro
a los bosques
y busco acompañarme
del árbol
y los ríos
huyendo de
tu abrazo, el más pleno,
con que me enciendes lámpara de azules
condenándome
al más triste vagar:
el del
repudio
el de los
miedos
el de las
cacerías y la muerte.
© Amarante M Matus
Escalofriante debe ser la sensación de no ser dueño de los instintos y calcular cuando el terror se encierra en el ojo expandido de la luna. Saludos.
ResponderEliminarEn lo personal me aterra perder el control de mi lado racional y humano porque me convierto en algo muy feo. No todo el tiempo puedo estar en control pero la noche y la luna me ponen en paz a diferencia de estos personajes.
EliminarGracias por pasarte por aquí María José.
Un beso.
Me gustó mucho, el sentido y sentimiento de las palabras. Como siempre es un placer leerte. Un abrazo Fígaro tú
ResponderEliminarGracias Miss Sandy, siempre con una palabra amable y sincera para este loco amigo suyo.
EliminarUn abrazo.
Un poema impresionante, Gonzalo, en el que reflejás perfectamente ese animal que vive en cada uno y que, cíclicamente, saca sus colmillos para saciar sus instintos.
ResponderEliminarMe encantó y lo comparto.
Un fuerte abrazo.
Muchísimas gracias Mirella por compartirlo. Me parece que has hecho una lectura muy acertada en cuanto a lo quería transmitir.
EliminarTe agradezco mucho tu huella por este sitio y te mando un beso enorme compañera.
Yo también he andado muy complicado de tiempo, por eso valoro mucho tu visita.
Abrazo entrañable.
Emotivo,muy emotivo,Gonzalo,todo el poema me pareció en si,una búsqueda del amor continua.
ResponderEliminarA veces éste nos hace sacar los colmillos.
Una metáfora preciosa del amor y desamor,de la locura que habita en nosotros.
Muchas gracias Carmen, muy agradecido por tu lectura y desde luego por la generosidad de tu interpretación.
EliminarConservamos en el fondo mucho de la animalidad de los instintos y emociones, la humanidad es la que nos proporciona cierto equilibrio y armonía entre esos dos mundos que nos gobiernan.
El amor esta cargado de esto pero mucho más lo irracional que muchas veces nos lleva a ser depredadores sino encontramos el fiel de la balanza en aquello que nos da la condición de humanos.
Un abrazo y nuevamente gracias.
Me ha gustado amigo hombre lobo.
ResponderEliminarTiene imágenes que me agradan bastante.
Un gusto pasar por acá.
Un gusto tenerte por aquí Gil, de verdad me da mucha alegría encontrar tus huellas por este espacio y te agradezco tu tiempo amigo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Me encantó tu poema Gonza, excelente, abrazos.
ResponderEliminarMuchas gracias Ale.
EliminarUn beso amiga.