Hacer un retrato en 14 versos de las personas que quieres y
admiras, no es una tarea fácil porque siempre habrá detalles que queden fuera
del cuadro que se intenta. Más aún, cuando el filtro de colores que se aplica
es el de la subjetividad, pero el cariño no reconoce ningún otro.
Un pequeño, muy breve pincelazo de la inabarcable Morgana de
Palacios.
Tejedora
Para
Morgana de Palacios
Tejer el verso como ella, con maestría,
en estos tiempos de internet y tanto aplauso
— lector asiduo de la red que no es incauto—
es claro ejemplo de nobleza en esta viña,
un compromiso con usted querido hermano
si aprecia el alma de la técnica que brilla
con la pasión de su cantera muy distinta
al facilismo tan soez que tira dados.
Leer su
verbo es despertar, es sacudir
las
emociones más arcanas, más ocultas;
ligar demiurgos
de palabras con la música.
Hurgar su
letra es encontrar la luz febril,
la onda
expansiva del sentido que te envuelve
cuando se
interna por los ojos el presente.
©
Amarante M Matus
*Ilustración de la artista Deborah Klein
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