A Mary J Varher
La eternidad de un instante
Estaba en la mitad de mi plegaria
cuando llegó desde un balcón
—balcón de la certeza y el ensueño—
la imagen de tu rostro en mi delirio.
Llegaron como potros
a la pradera de la fiebre,
a mi desierto de tu carne,
los sueños que produce la heroína
lanzándome a buscar, a perseguir
“La rosa púrpura del Cairo”.
Y saltaste a mis ojos:
surrealismo del lenguaje corporal,
paciencia de segundos en el río,
rayo celeste que descarga
en los dominios del asceta
su anuncio
de tormenta y de caricia.
Llegó tu luz
palabra que se extingue y se reencarna,
principio y fin, eternidad de un solo instante,
susurro del asombro que a mi asombro
insufla vida, con algunos signos
insufla vida, con algunos signos
la realidad de tu mirada.
Estaba en la mitad de una oración
cuando de pronto recordé
que soy agnóstico.
© Amarante M Matus
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