jueves, 18 de octubre de 2012

La analogía del trovador y el juglar: Oscar Chávez



LA MEMORIA EN LETRAS Y CANCIONES


Continuando con la historia es importante enfatizar que no debemos confundir juglar con bufón porque éste más bien “era un artista del entretenimiento en la Europa Medieval, un errante vehículo de la poesía medieval en las distintas lenguas europeas, dotado para tocar instrumentos musicales, cantar, contar historias, leyendas o romances de guerra” y en algunos casos hasta compositor de sus versos. Un transmisor de la cultura, noticias, acontecimientos sociales y vivencias personales en un mundo donde predominaba el analfabetismo y la comunicación, se sustentaba en la tradición oral.

El origen del juglar era humilde. Su modo de subsistir era brindar entretenimiento, no ser autor de su poesía, “porque generalmente sus declamaciones eran copias de versos de trovadores arreglados por ellos mismos, aunque sí existían quienes componían sus propias obras.”


“El recitado juglaresco era extraordinariamente libre y amoldable. El juglar no estaba obligado a someterse a un texto determinado y fijo, sino que, según los gustos del público ante el que actuaba o según sus personales predilecciones, alargaba o acopaba la narración, inmiscuía escenas o versos, recargaba el dramatismo de ciertos pasajes o interrumpía el relato para pasar el platillo, anunciando al auditorio que no narraría el final de una aventura si no se mostraba generoso con él, o bien, al ser la hora avanzada, convocaba a los que le escuchaban para el día siguiente, en el que pensaba dar término al recitado del cantar iniciado.”


Un punto de vista distinto nos lo ofrece Rquier:


“Según Riquier, la juglaría es algo muy distinto. Fue inventada por gentes cultas para difundir la alegría y el honor. Más tarde aparecieron los trovadores, para dar ánimo a los caballeros en nobles empresas. Sin embargo, después la juglaría decayó.”


Nuestro personaje de hoy es una leyenda viva de nuestra cultura popular; un hombre que nos debe de enorgullecer. Es emblema del canto popular y el folklore musical en nuestra cultura. Un hombre universal, rico en sus composiciones, rico en sus juegos variaciones y arreglos musicales; incomparable en sus interpretaciones, en sus parodias y sus sátiras políticas, así como canciones de protesta; un ejemplo en su ardua labor de investigación y rescate como curador musical.

Es un artista sin parangón porque a mi juicio sintetiza estas dos figuras, la del cantautor (el trovador) y el intérprete (el juglar), más de lo segundo pero sin duda alguna un gran autor, un gran creador.

Oscar Chávez es un gran generador de narrativas ocupado en mantener viva la memoria de nuestras tradiciones musicales: el corrido, el huapango, la marimba, el bolero y todavía así, se da permiso para otras tradiciones que no son las nuestras, como lo es el tango. Es un crítico mordaz con profundo sentido del humor cuyo blanco es un sistema político abusivo, corrupto, aplastante como asfixiante de un pueblo que apenas presenta resistencia. Quizás el crítico musical más importante hoy por hoy, con muchos registros en sus composiciones de los abusos de un gobierno y un sistema que no terminan de evolucionar.

En su prolífica carrera hay boleros de la talla de “Flor de Azalea” del gran Don Manuel Esperón, figura importantísima de la Época de Oro del Cine Mexicano; “Perdón” de Pedro Flores, entrañable compositor puertorriqueño; “Un siglo de ausencia” del inmortal trío Los Panchos.

No pueden faltar sus inteligentes parodias y sátiras de la política como “Atracomulco”, cuya base musical y rítmica está en “Atotonilco”, canción bellísimamente interpretada por La Consentida; “La casita”, otra de sus grandes parodias llena acidez y puntual espíritu crítico. “Se vende mi país” canción de su autoría y en cuyo melancólico, triste arreglo, el requinto pareciera llorar en la compañía de su narrativa rebelde y reivindicatoria, indignada y resistente, que contrasta enormemente con la divertida composición de “El pueblo y el mal gobierno”, sabroso son huasteco.

Los tropicales y festivos arreglos en “Macondo”, su homenaje a García Márquez y “Hasta siempre” pieza ofrenda a Ernesto “El Che” Guevara; Sus corridos del “2 de octubre”, “El chante luna” y “A Genaro Vázquez”; y como dejar pasar su vena romántica con canciones excelsas: “Por ti”, “Nunca Jamás”, “Fuera del mundo”

En su muy particular preocupación por recuperar canciones del folklore popular “La pulquera”, sabrosa canción de la década de los veinte en sus versiones ranchera (contrastar con el dueto América o María de Lourdes) o la norteña al son del acordeón. Su versión del huapango “No salgas niña a la calle”, cuya autoría se debe los hnos. Martínez Gil, una pieza más de este preservar, rescatar y no dejar que melodías como ésta se vayan perdiendo en el caprichoso e implacable decurso de la historia que hay en toda música popular.

La niña de Guatemala”, una de esas canciones entrañables que lo identifican por antonomasia, del gran poeta cubano José Martí, musicalizada e interpretada magistralmente en su preciosa voz. Interpretación que ha dejado grabada esta historia en la memoria colectiva de muchas generaciones de fieles seguidores. Una triste historia de amor, una historia que recuerda a otras más igual de tristes: féminas muriendo de mar en el mar como la Alfonsina de Mercedes Sosa y otras, como la de Penélope que no murió pero si quedo condenada a hacerlo en la soledad de su banco de pino verde.

Si el juglar medieval era un artista del entretenimiento, nuestro moderno juglar es el artista de la conciencia, de la estética extraída anclada en raíces y folklor populares; del romanticismo melancólico y la crítica social; de los más ricos y variados arreglos con un amplio registro de temáticas y canciones. Si el juglar medieval era un errante vehículo de la poesía medieval en las distintas lenguas europeas, dotado para tocar instrumentos musicales; nuestro moderno juglar es un bagaje dotado de una riqueza musical del cual debemos de abrevar para enamorarnos más de nuestro México como de nuestras tradiciones populares. Si el juglar medieval iba tras su público en búsqueda de su sustento, nuestro juglar moderno nos convoca para nutrirnos el alma el espíritu y el corazón con sus magistrales interpretaciones… y muchas veces con nuestro aplauso, le pedimos humildemente que nos regale un poco más de su arte, de su canto y de sus composiciones… de sus historias, de su trabajo y de nuestra identidad, siempre al lado de los leales Morales.

Para terminar, a propósito de nuestras leyendas populares, les ofrezco esta pieza: “La Llorona”, un hermoso vals con una letra evocadora del amor… y el dolor muchas veces ligado a él, porque nos guste o no, al amor siempre le concierne el desamor.




3 comentarios:

  1. Juan Estaon:

    Segun yo el dia de hoy se conforma otro 10 para el Gon`s Tocaste uno de los pilares en mi formación musical hermano de verdad que este hombre necesita ser reconocido ampliamente y a mi gusto aún no la han hecho como se debe. Cómo olvidar su incursión en el cine con aquella legendaria película de "los Caifanes" (de la cual ya hemos hablado en estos espacios) en donde canta a capela "El pájaro y el chanate" dentro de un ataúd Rolón ¿A poco no? Y cierra con aquella famosa "Fuera del mundo" cuando le lleva a la protagonista principal su caballito de madera (genial escena) el disco de tropicanias uno, un deleite musical con aquella versión de Pedro Flores y que me dices de su versión de "Lagrimas negras".... (el dos también pero le falto sazón creo yo), "Petróleo" que habla de las injusticias del régimen de López portillo y de las expropiaciones de aquellos años... hablar de el seria cubrir los renglones de maravillas te felicito y repito eras el idóneo para
    este espacio.

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  2. Guadalupe Bernal Jaimes:

    Las parodias de Oscar Chávez y las sátiras que hace pesar sobre los profesionales de la política son caricaturas demoledoras. Pero, ¿meras caricaturas? Se dice que la realidad copia al arte. Lo patético comienza cuando la realidad copia a las caricaturas; pero lo patético puede muy bien ser motivo de burla y carcajada, así como de indignación horrorizada. La ironía es sin duda un arma poderosa; no voy a decir que el ridículo de algunos políticos mexicanos sea mérito exclusivo de Chávez; no, los mismos políticos podrían compartir con él los derechos de autor y gozar de los beneficios de una gira, pero seguramente la burla de Oscar Chávez les hace recelar y decidir no ponerse debajo de las lámparas y frente al público. Entonces Chávez saca la fotografía o la caricatura de ellos y los presenta como en la vida real. Lo que quiero decir es que el arte de la parodia política es, para él, un arte fundamentalmente realista. No creo que nada que no sea capaz de reírse de la política pueda ser realmente político; quien no sabe reírse buenamente de la realidad no puede ser un buen crítico. Oscar Chávez lo es, un moderno juglar como bien lo expresaste Cuñis, la canción que me gusta mucho de él, es "Por ti"

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  3. Johnnie Morales:

    Bueno, particularmente me gusta mucho “Macondo” pues después de haber leído la novela me parece una canción tan mágica como fantasiosa es la obra de García Márquez. Y bueno, bien dices Gonza que Chávez va en busca de las raíces musicales tradicionales y representativas del país. Creo que ésta, La Llorona, es de las primeras canciones populares que incursiona en la mercadotecnia musical y es precisamente el señor Óscar Chávez quien comienza a proyectarla pues con él sale del lugar de origen; el istmo oaxaqueño. Es tal vez, después de La Cucaracha, la canción popular revolucionaria mas conocida en México y al igual que aquella, sus versos son vastos pues ha tenido cambios o se han incluido nuevos, así se aprecian en las interpretaciones de Raphael, Lila Downs, Chavela Vargas y Susana Harp.

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