jueves, 29 de noviembre de 2012

La analogía del trovador y el juglar: La Nueva Trova Cubana




UN CANTO UNIVERSAL

Bien mis queridos compañeros de aventuras musicales, después de las entregas anteriores ha llegado el momento de cerrar un ciclo de este viaje por la bellísima isla de vasto talento melódico musical: Cuba.
 
A finales de los 60 se formó el denominado  Grupo de Experimentación Sonora  (GESI), del Instituto Cubano de Artes e Industria Cinematográfica (ICAIC). En este espacio coincidirán los jóvenes y entusiastas hijos de la Revolución Cubana en un taller creativo destinado a la formación de talentos. Sara González (1949-2012), Noel Nicola (1946-2005), Pablo Milanés (1943) y Silvio Rodríguez (1946) son de las figuras más destacadas de esta nueva generación pero no las únicas. Habrá que agregar los nombres de Eduardo Ramos, Vicente y Santiago Feliú así como Amaury Pérez.
 
A diferencia de las generaciones anteriores la mayoría de estos ingeniosos cubanos cuenta ya con instrucción musical formal. Al genio, al talento y a su agudeza musical… se suman la formación y el adiestramiento abrevando de los sonidos de su isla como de otras influencias melódicas rítmicas e armónicas. Por ejemplo del jazz, al que el filin ya había tomado algo para si. El folk rock es otra de donde arrancan esos punteos tan particulares a sus guitarras acústicas o el viento de la armónica, muy especialmente recurrente en Feliú. El rock en general será una fuente de donde podrán nutrirse y el blues una más.
 
Y como en toda fecha de nacimiento, para este movimiento hay dos fechas importantes que inaugurarían a la Nueva Trova como tal y a su generación de trovadores, poetas y músicos que prácticamente nacían con el proyecto de la Revolución en su Patria: el 18 de febrero de 1968 darían un concierto en Casa de las Américas, firmamento de los trovadores que luchaban por instaurar la nueva canción, desde el cono sur hasta el caribe cubano. Pero oficialmente se instituye, como La Nueva Trova Cubana, hasta el 2 de diciembre de 1972, cuatro años después, en la ciudad portuaria de Manzanillo.
 
Quizás ya haya poco que agregar así que los invito a poner atención en los siguientes temas que serían una especie de muy, pero muy breve muestra lírica, musical y poética de lo que hemos intentado hablar en este apretado viaje. Y para aquel que se quiera echar el trompo a la uña, lo invito a que me comparta sus impresiones de la melodías seleccionadas ¿Qué ritmos puede identificar como influencias en esta significativa muestra de la Nueva Trova?  
 
La primera es “Cuba  va” de 1971 del Grupo de Experimentación Sonora (ICAIC). Una grabación donde participan Noel, Pablo y Silvio para un documental de la Isla, de su Isla.

 
 
Después “El mayor”, canción que aparece en su álbum “Días y flores” de 1975.  Si nos atenemos al pie debajo del video podemos entender la frase de “A la distancia de 100 años resucita” y nos enteramos a quien va dedicada esta pieza.

 
 “Vierte corazón tú pena” es un poema de José Martí al cual Pablo pone la música de su guitarra en su entrega de1974 “Versos de José Martí” conforme a una tradición trovadoresca muy añeja prestando la voz del juglar y la guitarra  al poeta cubano del siglo XIX. Y como para dejar clara esta tradición está también su álbum de 1975 “Canta a Nicolás Guillen” y el de Noel Nicola de 1986 “Noel Nicola canta a César Vallejo”


Y para terminar una muy agradable festiva pieza de gran Noel Nicola (q.e.p.d.) “Para una imaginaria María del Carmen” del álbum “Comienzo el día” de 1977.
 

¡Buenas madrugadas!

 
 

jueves, 22 de noviembre de 2012

La analogía del trovador y el juglar: Nueva Trova, segunda parte

 
EL FILIN CUBANO

Segunda gran influencia 

Buenas madrugadas queridos amantes de la música… degustadores de sus múltiples ricas y variadas formas géneros e líricas. La semana pasada nos quedamos con un pendiente que hoy vamos a saldar con el encanto de los susurros musicales de una hermosa isla, sus trovadores y sus juglares.

Decíamos que el otro gran antecedente o influencia de La Nueva Trova Cubana lo conformaba el denominado Feeling o Filin cubano. Un movimiento poético-musical que va de los cuarenta a los sesenta más o menos en donde se pondera el sentimiento, de ahí el nombre con que se bautizó esta corriente musical, y muy ligado al bolero. De ahí, que la sensibilidad, este sentir algo complicado de transcribir coloquialmente en nuestras interacciones cotidianas, los más conspicuos representantes de este movimiento lo hayan conseguido gracias y a través de muchas de sus letras… muchas de sus canciones.

Un movimiento que en lo musical también fue innovador pese a ser músicos nuevamente, como los de la Trova Tradicional, sin una instrucción formal pero si emprendedores y llenos de inquietudes creativas e ideas nuevas con un espíritu basado en el sentimiento, en la pasión; en el romanticismo que en algún sentido evoca aquel movimiento del siglo XVIII y que nos llegó un poco tarde con su influencia a este lado del planeta, a nuestra América.

Y como muchas veces sucede con estas sinergias innovadoras, este grupo de connotados creadores se reunían para dar salida a su esencia creativa y nutrirse en compañía de intereses comunes acompañados de sus guitarras e inspiración. Dicen aquellos que saben que la casa de Tirso Díaz fue uno de los lugares donde solían encontrarse en conclave de genio.

“Eran descargas en sus propios hogares, distinguiéndose entre ellos la casa de Tirso Díaz en el Callejón de Hammel, donde su hijo Ángel, en complicidad creadora, fue capaz de convocar a quienes no se tardaría en denominar Los Muchachos del Feeling: César Portillo de la Luz, José Antonio Méndez, Ñico Rojas, Jorge Mazón, Rosendo Ruiz Quevedo...”

A los nombres arriba escritos hemos de sumar el de la gran compositora e interprete Marta Valdés. Ella, al lado de César Portillo de la Luz y José Antonio Méndez son de los más conspicuos representantes del Filin cubano.

Canciones como “Contigo en la distancia” “Tu mi delirio” “Noche cubana” “Realidad y Fantasía” de Cesar Portillo de la Luz o “Novia mía” “No crees en mi amor” “Si me comprendieras” “Y decídete mi amor” “La Gloria eres tú” del gran José Antonio Méndez y desde luego “No hagas caso” “Por si vuelves” “No te empeñes más” Palabras” de Marta Valdés componen las entregas de Pablo Milanés en los años de 1981 con el álbum Filin 1 y de 1989 con Filin 2 y Filin 3. Producciones que igual incluyen temas de Frank Domínguez, Nico Rojas, Tania Castellanos, Ángel Díaz. Discos homenaje a este pilar de la música cubana fuente de donde muy especialmente abrevo la Nueva Trova Cubana y Pablo Milanés, uno de sus grandes representantes.

Espero hayan disfrutado este viaje y disfruten los temas seleccionados.




jueves, 15 de noviembre de 2012

La analogía del trovador y el juglar: Nueva Trova, primera parte.



LA TROVA TRADICIONAL CUBANA


Buenas madrugadas, días o tardes sea la hora en que visiten esta entrega semanal. Hoy vamos a viajar a la isla del ron y la caña, del son montuno y los trovadores que desde el siglo XIX ya recorrían calles y plazas de Cuba con su guitarra. La tierra del poeta Martí y el revolucionario Castro. La Isla que se independizó de España hasta casi concluido el siglo del nacimiento de la Trova Tradicional Cubana.
 
Uno no puede hablar de la Nueva Trova Cubana, si antes no lo hace de lo que algunos de sus más grandes exponentes consideran los antecedentes de la misma: La Trova Tradicional Cubana y el Fellling, sus dos grandes influencias.
 
Dentro de los nombres fundamentales que dieron origen a la tradición trovadoresca en cuba podemos identificar a José (Pepe) Sánchez como el fundador de esta tradición y el creador del bolero cubano. Tristezas, de su autoría, es considerado por los conocedores como el primer bolero cubano como tal. Este hombre, un mulato dotado de talento natural sin instrucción musical formal, fue el creador de muchas letras y obras. La mayor parte de su legado se perdió porque sus creaciones las memorizaba, jamás las transcribió en papel y con él se fue casi toda su herencia lírica-musical. Los continuadores de su trabajo, amigos y discípulos, fueron Sindo Garay, Rosendo Ruíz y Alberto Villalón.
 
De estos tres el más notable sin duda es Sindo Garay, también nacido en Santiago de Cuba en 1867, apenas 11 años después de Pepe Sánchez. Al igual que su maestro, él y esta generación de cubanos de la zona oriental de la Isla no contaban con instrucción musical pero si con un extraordinario talento que le permitió escribir una obra importante de canciones donde sus temáticas son el amor, la mujer y su amada isla: sus paisajes, sus tradiciones y su mar rodeándole.
 
En Mujer Bayamesa están presentes la mujer, la Patria y su himno. En esta trova está encarnada la isla y la mujer. Las dos son una y la misma cosa.
 
En las Amargas verdades están presentes aquellas verdades y mentiras, trocadas verdades derivadas del desamor como lo deja ver esta estrofa.
 
“Las amargas verdades
Que me dijiste
Cuando en busca de amores
Llame a tu pecho
No sabes el inmenso mal
Que tú me has hecho
Estoy muy triste, estoy muy triste
Por aquellas palabras que me dijiste
 
[…]
 
Y así como tú eres
Aunque sea una mentira
Di que me quieres
Di que me quieres”
 
La tarde”, una bella letra donde los ojos de la mujer amada son como el crepúsculo del amanecer o el del atardecer. Atardecer preámbulo de la muerte de un día más:
 
“La luz que en tus ojos arde
Es tanta que me adormece
Si lo abres amanece
Cuando los cierras parece
Cuando los cierras parece
Que va cayendo la tarde”
 
Perla marina es poesía, poesía llena de imágenes evocadoras de Santiago de Cuba. El lugar de la cuna y no sólo de la cuna del nacimiento humano sino también del nacimiento musical. Poesía del mar que rodea esta bella isla con sus secretos bañados de inspiración en esta trova que cuando se escucha es imposible no asociar las palabras con que Silvio define al trovador: “El trovador es un poeta con guitarra”. No sería extraño que partiendo de esta canción él haya dado tan sencilla pero significativa definición.
 
Retorna es una plegaría por el amor que no está cerca… que no está a nuestro lado pero con ansías espera un el regreso; el regreso en la esperanza de tenerlo. Pero no es el retorno de las partidas determinadas por las distancias físicas sino el retorno determinado por la distancia del afecto, la emoción y el sentimiento.
 
“Retorna vida mía que te espero
Con una irresistible sed de amar
Vuelve pronto a calmarme que me muero
Si presto no mitigas mi dolor”

Y bien, esta es una de las dos grandes tradiciones que han dado lugar a lo que hoy conocemos como el movimiento de la Nueva Trova Cubana. Me pareció importante dedicar ésta entrega al, una de las dos piedras angulares, acervo de la Trova Tradicional influencia de este movimiento que nació a finales de los sesenta del pasado siglo.
 
Por último me gustaría destacar el brevísimo homenaje que el trovador Silvio Rodríguez le rinde a Sindo Garay, de quien ha abrevado, en su canción Quien fuera que viene en una de sus producciones de la trilogía homónima: Rodríguez”.
 
“Estoy buscando melodías
Para tener como llamarte
¡Quien fuera ruiseñor!
¡Quién fuera Lennon y McCartney!
Sindo Garay Violeta Chico Buarque
¡Quién fuera tu trovador!”

Les dejo estas tres canciones. Una de José (Pepe) Sánchez Tristezas, les recuerdo considerado el primer bolero cubano, y dos del Trovador Sindo Garay que me gustaría escuchasen: una es La tarde interpretada en voz de Esther Borja, cantante cubana, en una deliciosa versión. La otra es el poema de Perla marina en voz de Silvio.




 

 




jueves, 1 de noviembre de 2012

La analogía del trovador y el juglar: Mercedes Sosa



La negra y su voz

Buenas madrugadas tardes noches o días… una semana más para reunirnos bajo el encantador pretexto de seguir conociendo algo de lo más granado representativo y diverso, de este mundo trovadores… juglares modernos.
 
Claro que no pueden faltar representantes mujeres en este periplo semanal, trovadoras y juglares que suman su filosofía su ser y su esencia en este universo de habla hispana, en este mundo de guitarras y música, de líricas poéticas y odas a la patria, al hermano, al amor o sencillamente, a las personas.
 
Nuestra Juglar nació en San Miguel de Tucumán Argentina en la Provincia de Tucumán en el Noroeste de la tierra de Borges y Cortázar, de Maradona y Messi, de la pampa y los gauchos.
 
Tucumán, Mendoza y Buenos Aires fueron sus entrañables ciudades pero ella fue de todo el mundo de habla hispana. Conquisto el respeto, el cariño y la admiración de aquellos de su lengua materna y de otras lenguas, otras culturas con su canto, sus canciones y su maravillosa, entrañable e inconfundible voz.
 
Hablar de Mercedes Sosa, La Negra, no es sencillo por dos razones: el cariño que suscita y por lo vasto, lúdico e inmenso de su legado.
 
Hoy sólo quiero compartirles algunos datos. En 1963, en Mendoza Argentina se reúnen un grupo de personas para formalizar, dotar de forma y fondo, a un movimiento llamado EL Nuevo Cancionero. La Negra Sosa, esa Flaquita Tucumana como le llamo Cesar Isella cuando la vio en Mendoza acompañada de su esposo Oscar Matus, fue fundadora de este importante movimiento que nació en Argentina y permeo en varios países más del continente.
 
“EL NUEVO CANCIONERO es un movimiento literario-musical, dentro del ámbito de la música popular argentina. No nace por o como oposición a ninguna manifestación artística popular, sin como consecuencia del desarrollo estético y cultural del pueblo y es su intención defender y profundizar ese desarrollo. Intentará asimilar todas las formas modernas de expresión que ponderen y amplíen la música popular y es su propósito defender la plena libertad de expresión y de creación de los artistas argentinos […] El NUEVO CANCIONERO se propone buscar en la riqueza creadora de los autores e intérpretes argentinos, la integración de la música popular en la diversidad de las expresiones regionales del país.”

En 1969 visita Chile por primera vez y edita un disco sencillo con dos temas muy conocidos, ambos de figuras importantísimas de este país: Gracias a la vida de Violeta Parra y Te recuerdo Amanda de Víctor Jara. En 1971 graba un álbum dedicado a esa gran cantautora Chilena llamado Homenaje a Violeta Parra.
 
“En 1974 la cantante estadounidense Joan Baez (A quien se considera una de las mayores influencias, junto con Bob Dylan y Peter Seeger, en los movimientos musicales de la época en América Latina) visita la Argentina y en su recital canta, a dúo con Mercedes Sosa, Gracias a la vida. Ese año Báez había publicado un álbum en español titulado precisamente Gracias a la vida, canción que conoció por la versión de Mercedes, de 1971, y que popularizó entre el público de habla inglesa.”

Con el golpe de Estado consumado en 1976 y la dictadura militar instaurada, Mercedes Sosa paso a formar parte de la lista de personas perseguidas políticamente y en 1979, tras el acoso y la prohibición de su música, parte al exilio en el viejo continente. En1982, poco antes de que la dictadura militar dejase el gobierno en manos de un civil, Raúl Alfonsin, La Negra regresa a su amada patria.
 
Sus primeros trabajos son de 1962 La voz de la zafra y Canciones con fundamento de 1965. En 1977 su disco Mercedes Sosa interpreta a Atahualpa Yupanqui es un disco homenaje a una de las dos figuras que aquellos fundadores de El Nuevo Cancionero consideraban como una de las dos piedras fundamentales del folklor de su querida tierra:

“Es con Buenaventura Luna, en lo literario y con Atahualpa Yupanqui, en lo literario musical, con quienes se inicia un empuje renovador que amplia su contenido sin resentir la raíz autóctona.”
 
Algunos temas de los más conocidos de nuestra querida Mercedes son Alfonsina y el mar de Ariel Ramírez y Félix Luna, tema incluido en su disco Mujeres Argentinas de 1969. Sólo le pido a Dios y Canción para Carito de León Gieco; Duerme negrito, canción recopilada por Atahualpa Yupanqui; Todo cambia de Julio Numhauser fundador de Quilapayún, canción que compuso en su exilio de su natal Chile tras el golpe de Pinochet. Barro tal vez de Luis A.El Flaco” Spinetta, un gran tema que compuso El Flaco a los 18 años. La Maza y Mi  Unicornio Azul de Silvio Rodríguez; Desarma y Sangra así como De mí de Charly García; Yo vengo a ofrecer mi corazón, Y dale alegría a mi corazón y Un vestido y un amor, de Fito Paez; La Cigarra y Serenata para la tierra de la poeta María Elena Walsh.
 
Chacarera Zamba Milonga Tango Rock Pop… no importaba el género en el que cantará porque su voz, su ecléctica y maravillosa voz estaba en perfecta congruencia con su filosofía de lo que definía, sentía e identificaba a un pueblo, de aquella música que enmarcaba el modo de ser y de sentir de amplias capas de las clases populares.
 
Quizás por último sólo me reste señalar una canción que se convirtió en un himno de América Latina Canción con todos de Armando Tejada Gómez y Cesar Isella.
 
La Cantora, como ella misma se definía, nos dejo físicamente el 4 de octubre de 2009 pero su ser nació a la posteridad para todos aquellos que nos enamoramos de sus canciones… de su voz y seguramente para varias generaciones más de amantes de su música ¡Porque Mercedes Sosa, nuestra juglar tucumana, seguirá sumando melómanos a su larga lista!
 


miércoles, 24 de octubre de 2012

La analogía del trovador y el juglar: Rubén Blades



El trovador salsero

 


Buenos días, tardes o madrugadas queridos concurrentes a éste su espacio. La propuesta de hoy pudiera resultar sorpresiva, desconcertante, puede hasta polémica o quizás nada de lo enumerado… pero como en ocasiones soy como suelo ser provocador vamos a ver qué sucede con nuestro Trovador de esta semana.
 
Algunas veces los trovadores medievales dedicaban sus composiciones a Los Caballeros y sus hazañas; sus trovas estaban destinadas a enaltecer las aventuras caballerescas y la figura de sus protagonistas.
 
Nuestro trovador moderno se ha dedicado muchos años a crear narrativas urbanas acariciadas por la humanidad de sus personajes. Sus historias están enraizadas en la vida del pueblo. En su canto está el corazón del barrio: las almas de la comunidad que sobreviven en la vecindad de su cotidianeidad; están las personas comunes que encarnan, sino arquetipos, si seres con quien nos podemos identificar… rostros e historias que pueden parecernos cercanas, familiares o íntimas. Héroes y protagonistas no visibles a los que hay que reivindicar… a quienes hay que rescatar de la caprichosa desmemoria, la ingratitud del olvido.
 
En su trabajo encontramos un rasgo que define a todo cantautor: la constante de historias siempre envueltas en sentimientos auténticos y entrañables emociones. Ahora sí que como dice Quique Quiñones en esa obra maestra llamada “Maestra vida”: “la música no es más que un pretexto”, un pretexto para no perder la sensibilidad, la solidaridad y la capacidad de empatía, características muy lejanas a los criterios comerciales donde los compromisos estéticos, sociales y musicales brillan por su ausencia.
 
Y ahí voy de nuevo: si el juglar medieval entretenía a sus oyentes con historias declamadas nuestro trovador de hoy (en un género que por excelencia está dedicado a la fiesta, a la alegría y al entretenimiento en los salones de baile) nos invita a reflexionar un poco en su género musical al cual da un sentido distinto respetando sus formas gracias al concurso de un fondo distinto –brindando un nuevo significado- en muchas de sus composiciones.
 
Llegados a este punto me siento en la obligación de hacer una confesión: a mí que me gusta tanto el baile, muchas veces no se me antoja bailar al maestro Blades. Es más, casi invariablemente prefiero mejor sentarme a disfrutar de sus letras, en lo lúdico y lo magnífico de su música.
 
Si ya conocen “Maestra vida” estoy seguro van a entender este choro que me acabo de aventar. Si no, me gustaría pudiesen escuchar canciones como “Pablo pueblo” “Ligia Elena” “Decisiones” “El padre Antonio y su monaguillo Andrés”; la mismísima “Pedro Navajas” o “Plástico” (éstas dos últimas quizás de las piezas más conocidas de su repertorio). Muchas de sus letras están impregnadas de conciencia crítica en lo social ya desde el título mismo; un rasgo más del trovador moderno, intérprete de sus creaciones.
 
Rubén Blades, al que hay que decirlo: muchos lo incluyen dentro de ese gran boom de la denominada Nueva Canción Latinoamericana al lado de los trovadores cubanos y los del cono sur de nuestra América Latina, es el trovador de la denominada salsa. Rubén Blades es un vanguardista valiente y también es un virtuoso personaje que llego a este género para enriquecerlo… y desde mi punto de vista antes que salsero, el maestro Blades es un trovador moderno.
 
La canción que pongo a su consideración es “Adán García” al más puro estilo de esas dos figuras que nos convocan: El trovador y el juglar. Blades y su guitarra, ni más, ni menos.
 
¿Quién no ha conocido o leído cerca de su historia a un Adán García?
 
Hasta la próxima entrega y espero ésta les guste. Nada más por si ya escucharon completo su álbum de “Tiempos”, debo decir que este ejercicio me recordó mucho a esa gran opera salsa “Maestra vida”.

 
 
 
Posdata: a quien le interese un poco la historia de ésta propuesta de hoy, dejo el link para que se empapen un poquito más de esta maravilla de pieza

http://www.herencialatina.com/Roberto_Cedeno_Ruben_Blades_Edic_Dic_Ene_2009-20010/Roberto_Cedeno_Ruben_Blades_Dic_Ene_2009_2010.htm

jueves, 18 de octubre de 2012

La analogía del trovador y el juglar: Oscar Chávez



LA MEMORIA EN LETRAS Y CANCIONES


Continuando con la historia es importante enfatizar que no debemos confundir juglar con bufón porque éste más bien “era un artista del entretenimiento en la Europa Medieval, un errante vehículo de la poesía medieval en las distintas lenguas europeas, dotado para tocar instrumentos musicales, cantar, contar historias, leyendas o romances de guerra” y en algunos casos hasta compositor de sus versos. Un transmisor de la cultura, noticias, acontecimientos sociales y vivencias personales en un mundo donde predominaba el analfabetismo y la comunicación, se sustentaba en la tradición oral.

El origen del juglar era humilde. Su modo de subsistir era brindar entretenimiento, no ser autor de su poesía, “porque generalmente sus declamaciones eran copias de versos de trovadores arreglados por ellos mismos, aunque sí existían quienes componían sus propias obras.”


“El recitado juglaresco era extraordinariamente libre y amoldable. El juglar no estaba obligado a someterse a un texto determinado y fijo, sino que, según los gustos del público ante el que actuaba o según sus personales predilecciones, alargaba o acopaba la narración, inmiscuía escenas o versos, recargaba el dramatismo de ciertos pasajes o interrumpía el relato para pasar el platillo, anunciando al auditorio que no narraría el final de una aventura si no se mostraba generoso con él, o bien, al ser la hora avanzada, convocaba a los que le escuchaban para el día siguiente, en el que pensaba dar término al recitado del cantar iniciado.”


Un punto de vista distinto nos lo ofrece Rquier:


“Según Riquier, la juglaría es algo muy distinto. Fue inventada por gentes cultas para difundir la alegría y el honor. Más tarde aparecieron los trovadores, para dar ánimo a los caballeros en nobles empresas. Sin embargo, después la juglaría decayó.”


Nuestro personaje de hoy es una leyenda viva de nuestra cultura popular; un hombre que nos debe de enorgullecer. Es emblema del canto popular y el folklore musical en nuestra cultura. Un hombre universal, rico en sus composiciones, rico en sus juegos variaciones y arreglos musicales; incomparable en sus interpretaciones, en sus parodias y sus sátiras políticas, así como canciones de protesta; un ejemplo en su ardua labor de investigación y rescate como curador musical.

Es un artista sin parangón porque a mi juicio sintetiza estas dos figuras, la del cantautor (el trovador) y el intérprete (el juglar), más de lo segundo pero sin duda alguna un gran autor, un gran creador.

Oscar Chávez es un gran generador de narrativas ocupado en mantener viva la memoria de nuestras tradiciones musicales: el corrido, el huapango, la marimba, el bolero y todavía así, se da permiso para otras tradiciones que no son las nuestras, como lo es el tango. Es un crítico mordaz con profundo sentido del humor cuyo blanco es un sistema político abusivo, corrupto, aplastante como asfixiante de un pueblo que apenas presenta resistencia. Quizás el crítico musical más importante hoy por hoy, con muchos registros en sus composiciones de los abusos de un gobierno y un sistema que no terminan de evolucionar.

En su prolífica carrera hay boleros de la talla de “Flor de Azalea” del gran Don Manuel Esperón, figura importantísima de la Época de Oro del Cine Mexicano; “Perdón” de Pedro Flores, entrañable compositor puertorriqueño; “Un siglo de ausencia” del inmortal trío Los Panchos.

No pueden faltar sus inteligentes parodias y sátiras de la política como “Atracomulco”, cuya base musical y rítmica está en “Atotonilco”, canción bellísimamente interpretada por La Consentida; “La casita”, otra de sus grandes parodias llena acidez y puntual espíritu crítico. “Se vende mi país” canción de su autoría y en cuyo melancólico, triste arreglo, el requinto pareciera llorar en la compañía de su narrativa rebelde y reivindicatoria, indignada y resistente, que contrasta enormemente con la divertida composición de “El pueblo y el mal gobierno”, sabroso son huasteco.

Los tropicales y festivos arreglos en “Macondo”, su homenaje a García Márquez y “Hasta siempre” pieza ofrenda a Ernesto “El Che” Guevara; Sus corridos del “2 de octubre”, “El chante luna” y “A Genaro Vázquez”; y como dejar pasar su vena romántica con canciones excelsas: “Por ti”, “Nunca Jamás”, “Fuera del mundo”

En su muy particular preocupación por recuperar canciones del folklore popular “La pulquera”, sabrosa canción de la década de los veinte en sus versiones ranchera (contrastar con el dueto América o María de Lourdes) o la norteña al son del acordeón. Su versión del huapango “No salgas niña a la calle”, cuya autoría se debe los hnos. Martínez Gil, una pieza más de este preservar, rescatar y no dejar que melodías como ésta se vayan perdiendo en el caprichoso e implacable decurso de la historia que hay en toda música popular.

La niña de Guatemala”, una de esas canciones entrañables que lo identifican por antonomasia, del gran poeta cubano José Martí, musicalizada e interpretada magistralmente en su preciosa voz. Interpretación que ha dejado grabada esta historia en la memoria colectiva de muchas generaciones de fieles seguidores. Una triste historia de amor, una historia que recuerda a otras más igual de tristes: féminas muriendo de mar en el mar como la Alfonsina de Mercedes Sosa y otras, como la de Penélope que no murió pero si quedo condenada a hacerlo en la soledad de su banco de pino verde.

Si el juglar medieval era un artista del entretenimiento, nuestro moderno juglar es el artista de la conciencia, de la estética extraída anclada en raíces y folklor populares; del romanticismo melancólico y la crítica social; de los más ricos y variados arreglos con un amplio registro de temáticas y canciones. Si el juglar medieval era un errante vehículo de la poesía medieval en las distintas lenguas europeas, dotado para tocar instrumentos musicales; nuestro moderno juglar es un bagaje dotado de una riqueza musical del cual debemos de abrevar para enamorarnos más de nuestro México como de nuestras tradiciones populares. Si el juglar medieval iba tras su público en búsqueda de su sustento, nuestro juglar moderno nos convoca para nutrirnos el alma el espíritu y el corazón con sus magistrales interpretaciones… y muchas veces con nuestro aplauso, le pedimos humildemente que nos regale un poco más de su arte, de su canto y de sus composiciones… de sus historias, de su trabajo y de nuestra identidad, siempre al lado de los leales Morales.

Para terminar, a propósito de nuestras leyendas populares, les ofrezco esta pieza: “La Llorona”, un hermoso vals con una letra evocadora del amor… y el dolor muchas veces ligado a él, porque nos guste o no, al amor siempre le concierne el desamor.