lunes, 1 de julio de 2024

Crónica para Diana Camila

 



 

Un año y medio fui tu profesor

y por vicisitudes de la vida

anunció una mañana la embestida:

el cese de funciones, sin pudor.

Dejé tu grupo y otros ¡Vaya horror!

Ahora puedo hablar de vez en cuando

contigo y otros más, crear pensando,

en el receso o de salida, un verso.

Cualquier motivo traza un universo

y toda petición, no importa el bando.

 

Una solicitud me dio un motivo

para pintar con ritmo algún paisaje

de cuánto me ha pesado este equipaje

cuando después me fui a tomar mi olivo.

Entonces recordé lo sustantivo

como un útil docente de español,

que todo es juego, todo es basquetbol.

Que mientras siga en el partido: Soy.

Que a donde vayan hoy mis dudas: voy.

Que cuando cae el día, sale el sol.

 

También el tiempo ha sido un fiel aliado

porque la paz que da la claridad

ha puesto un tono mate a mi verdad

y a los minutos, un cristal callado.

En él me miro con sosiego alado

para reconocerme sin temor.

En él, me reconozco como autor

de cierta narrativa resiliente

que premia a quien aprende y es consciente

de sus resabios, límites y ardor.


Para un docente la enseñanza es todo

y sus alumnos, la razón de ser

para asombrarse cada día… ver

cómo el futuro está, de cierto modo,

tejiéndose entre ellos codo a codo.

En el ir y venir de la instrucción

se crea un vínculo con la pasión

para tender un puente que nos guía

no sin tropiezos y sabiduría

no sin la vehemencia en un salón.

 

Y cosa aparte, debo de insistir

en una fórmula sencilla y clara:

ustedes y nosotros somos para

muchos: el rostro, voz del porvenir…

pero el protagonista… el emir

en la aventura del conocimiento

sin duda alguna eres tú. No miento

cuando repito que me enorgullece

compartir un lugar donde se crece

con un plumón en presto movimiento:

 

el de decenas, cientos de estudiantes

como Ricardo, Arantza y Carolina,

también Mayte, Antonella, Aldo y Paulina…

y la lista prosigue, no sin antes

decirles que me guardo los instantes

que cada uno me brindó. Recreos,

salones, libros, dudas y meneos…

todo queda a resguardo en una aurora

del ciclo que concluye sin demora.

Un año más de ustedes y escarceos.


© Amarante M Matus


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