viernes, 12 de abril de 2013

Mi nueva casa



Martin Stranka
(And Then I Found Him)



Me gustaba visitar el panteón una vez al año. No en su primavera a pleno inicio de noviembre sino pasada su veintena.

Una pausa para un ramo de flores y varios metros por delante. Llegando al punto de mi cita, colocaba mi ofrenda sobre la tumba y empezaba mi monólogo en silencio. Me gustaba la paz del lugar, el rumor de aquellas solitarias tardes y ese ritual que había heredado de mi madre.

Hoy me escolta una procesión de personas, en realidad pocas y creo conocer a todas. Me acompañan a lo que denomino mi mudanza al nuevo hogar.

Viajo ligero, apenas con lo puesto.


4 comentarios:

  1. A veces frio, a veces demasiado silencio, de repente el cantar de los pajaros, la musica del viento, todo es mas tranquilo en la casa nueva, todo es paz, si paz!!!

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    1. La paz de la ausencia definitiva de un plano físico, material. La paz de los cuerpos que vuelven a la tierra y se consumen con ella.

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  2. Comentario de Isaías Medina López en la entrada de la comunidad "Lectores y escritores aficionados."

    Se nota el oficio del escritor. Muy buena su prosa. Saludos desde Cojedes, Venezuela

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  3. Comentario de Alba Díaz:

    hermoso, si, muy conmovedor!!!! gracias por compartir!!!!!!

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