viernes, 25 de octubre de 2013

Día de muertos


25 octubre
 



Quiero creer que vendrán a saludarme, necesito creer que vendrán a cenar. Esperan por ustedes sus dulces, su tequila y su sabroso pan. Quiero compartir nuevamente la mesa con olor a cempaxúchitl, luz de veladoras y fotografías que son memoria viva.

 
24 octubre
 
Casi es un lugar común decir que eres la única certeza de este mundo.

Eres una duda existencial en tanto se concreta tu amarga o feliz visita.

Eres deseada por locos suicidas, amantes de Tánatos, que se arrojan a tus ramas.

Eres temida por locos, amantes de Eros, que no quieren salir del laberinto de la  luz.

Eres indiferente para los locos, conscientes, que salen a tu azaroso pero imprevisible encuentro.

No eres injusta ni inmoral ni fraternal; eres simplemente inexcusable, amoral y disimulada.


23 octubre

No la muerte pero si los muertos
Ella los tomó, nosotros les lloramos
No conmemoramos la muerte
Recibimos a nuestros muertos
No ha llegado ella por nosotros
Pero llegado el día

La espera será un abrazo
 
22 octubre
 
De las efímeras eternidades que somos los individuos, pasamos a cierta inmortalidad cuando llegamos a ocupar el corazón de la otredad, lo mismo que ella en reciprocidad.
Si nos sobrevive o le sobrevivimos, un tiempo más, continuaremos con esa condición de inmortales en los recuerdos hasta que todo vestigio de nuestra existencia se vaya de este mundo sino es que antes, nos llega el olvido.

 

2 comentarios:

  1. ¡Que maravilloso! Es el tema del siempre, de lo inevitable, la otra cara del vivir. Temer a la muerte es como estar pendiente de cada respiración. He recordado algo que escribí hace tiempo ¿Cómo sería saber, con suficiente antelación, el día preciso de mi muerte? Me imaginé organizándolo todo, pendiente de no nada complicado para nadie ¿Qué esto? ¿Qué aquello? ¿Quiénes? ¿Por qué? En ese viaje, me alegre de no saber y de paso, me di cuenta que prefiero seguir así, desconociendo mi "dónde" y mi "cuándo" Sentí que me pasaría la vida, planificando el momento de mi fallecimiento,mientras los demás, vivían la vida. En definitiva, comprendí el desperdicio absoluto que ese conocimiento implicaba, en cuanto al significado y la gracia de la existencia.
    Paulatinamente, es ese andar solitario que es vivir, he ido descubriendo, felizmente, la necesidad de mi búsqueda interior, convencida, más por intuición que por razón, de un proyecto a construir que me supera y me trasciende, no lo llamo "religión" en realidad, no lo denomino, presiento que existe en mí y debo "descubrirme" para asumirme como un ser íntegro. Ando en eso, a veces, me llegan como destellos y los asumo como ese ser que ya soy pero que no despertado, va y viene...
    Esa canción de Serrat, como todas las suyas, de mis favoritas, lángida como esos "supuestos" que seguirán su rumbo cuando ya no estemos. Solo digo que me encantó, Gracias y saludos, Luna

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    1. Gracias Luna. Muy cierto lo que dices. No se podría planificar la vida en la idea de saber cuándo tendríamos que concluirla. Es como un contrasentido. Cada día con su mañana, su atardecer y sus noches es un poco ir muriendo y renacer.

      Creo haber leído esta idea en Schopenhauer y es tan cierto. Somos como una suma de pequeños y cotidianos ciclos hasta que se cierra el de la existencia física para renacer en otra dimensión que si la concebimos como tal, mejor a esperar por su aparición mientras disfrutamos ésta etapa mundana, física y carnal, en lo que pasamos a la siguiente.

      En mi país así es vista la muerte desde tiempos prehispánicos, como un tránsito a otro universo, a otro plano y por eso este día, el día de muertos 2 de noviembre, tiene un significado especial dentro de nuestras tradiciones, que ciertamente va perdiendo terreno ante los embates de la transculturización y el hallowen. Por eso este pequeño ejercicio que ya no pude continuar de día a día reflexionar un poco sobre ella.

      Me da mucho gusto tu visita y tu comentario.

      Abrazo querida Luna.

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