sábado, 26 de septiembre de 2015

El cuervo
 


A Gavrí Akhenazi


“… la tiniebla y la luz habían coexistido siempre, ignorándose, y cuando se vieron al fin, la luz apenas miró y se dio vuelta, pero la enamorada oscuridad se apoderó de su reflejo o recuerdo, y ese fue el principio del hombre.”
 
J. L. B.

 

 Él es quien narra con su luz desde lo oscuro
el alma humana en lo inhumano de la guerra.
En tierra inhóspita sus ojos son la lumbre
que arde en palabras, la esperanza en el horror.
 
Planea en noches cuya luna es lluvia roja
rescate o bala. No se rinde ante el desierto
y encuentra el agua en la tarea humanitaria
en un instante de asombrosa paz del día.
 
Guerrero fiel que no se cansa de luchar,
de hacer visible lo que el mundo burocrático
y "racional", pretende obviar en lo mezquino
 
que existe en cada corazón con su necrosis
en cada espacio de poder con su indolencia
en cada ser que ha sepultado un testimonio.

 

 
© Amarante M Matus

martes, 8 de septiembre de 2015


Crisálida de río 


A Claussen Maroquin

Ya no tontees con la muerte corazón,
ya no le apuntes con las balas del azar
a dos cadáveres de ayer, por mucho sol
que hubiera en ellos, hoy, son solo oscuridad.

Ya no te empeñes más en ser quien brindará
en cada uña la humedad de su canción,
al trovador que no da visos ni señal
de aparecer por tu escenario con ardor.

Ya no confíes en las coplas del poeta
que no son luz de la emoción sino anatema
en tu aventura, mi crisálida de río.

Sigue volando entre corrientes, entre lunas…
mas ya no debes de jugar ruleta rusa.
No seas más una suicida del idilio.


© Amarante M Matus
Imagen de Leslie Ann "Mujer enigma"

lunes, 31 de agosto de 2015

Los abuelos


El abuelo

 
Los abuelos son esos seres especiales que tienen la chance de seguir prodigando su cariño en los nietos como lo hacían con sus hijos pero en condiciones más favorables porque su tarea ya no es la educar, salvo en condiciones muy particulares, sino la de gozar a los enanos juguetones. Los abuelos son unos padres consentidores que en ocasiones suelen restar autoridad a sus hijos, ahora padres, porque la inteligencia emocional de los nietos entiende muy bien que en ellos tienen al mejor aliado y muchas veces recurren a esa alianza para evitar algún castigo o reprimenda.
 
La vida me dio siete. Cuatro abuelas y tres abuelos. Epifanio es uno de ellos y él tuvo dos compañeras de viaje. Y digo tuvo porque hace un tiempo pasó a ocupar una habitación contigua en este universo. La abuela Ignacia se le adelantó y supongo le esperaba. La abuela Félix aún nos vive y sería interesante saber qué va suceder cuando se vuelva a reunir con él. Tengo fe de que ese mundo en el que algún día, muchos más cohabitaremos en el reencuentro, sea más civilizado.
 
Tengo muy presente sus visitas en la Portales, nuestro domicilio de entonces. Se sentaba a conversar con Clemen, su hija mayor, cosas de adultos; razón por la cual nos retiraban de la mesa. Ya después, mis hermanos  y yo, nos sentábamos con él y sin entender mucho de lo que se nos permitía escuchar, disfrutábamos de sus charlas, su caricia y desde luego, el traguito de pulque que nos invitaba con el permiso de nuestra madre.
 
Algunas de esas historias que nos llegó a contar tenían que ver con sus experiencias como militar cuando en el país la cosa aún estaba muy caliente después de la llamada decena trágica. Un accidente lo privó de muchos de sus recuerdos. En la operación que le hicieron para preservar su vida le extirparon parte de su memoria que por momentos recuperaba en instantáneas que de haber podido estar más tiempo con él, seguramente hubiera podido armar como un todo lógico y congruente.
 
Antes del accidente, entre la escuela, el cambio de domicilio y las mismas responsabilidades de mi abuelo con la familia que continuó creciendo, esos momentos de compartir la mesa, el pulque y las ocurrencias de chiquillo, se fueron apagando en la cotidianidad de los días pero perduran como memoria viva de la figura del abuelo Pifas.

 

 

Jacinta, Chalo y la nieve
 

La luna suele desahogarse en el invierno
en una lluvia de cristal que en realidad
son blancas lágrimas, decía mamá Yaya
en cada noche de leyendas y relatos.
 
Mi abuelo en cambio, del origen de la nieve
contaba historias fabulosas e increíbles:
un gato blanco se aparea mientras brisa
preñando el aura de las gotas celestiales.
 
Jacinta y Chalo se ocupaban de sus nietos
creando un mundo paralelo, con su luz
asombro y magia, prodigando la invención.
 
No sé si así de fieles son esas memorias;
o puede ser que las invente en la fisura
de mi cariño por sus almas en idilio.

 

© Amarante M Matus

 

viernes, 22 de mayo de 2015

Delegada versus consejero




Los cargos no se heredan Delegada.
No son su patrimonio, entienda eso
si tanto le ha gustado el hueso
invierta a plazo fijo su mesada.

Un consejero tonto se ha burlado
de los indígenas de México.
Habría que decirle con buen léxico
que tamaña idiotez lo ha encuerado.

Y no quisiera más tocar el tema
pero se empeñan ciertos comediantes
—que solo maman del sistema—

en exhibir su mezquindad.
Sin el menor pudor estos “diamantes”
van confiscando toda voluntad.
  


© Amarante M Matus


jueves, 14 de mayo de 2015

Carta a mi viejo




Eres apenas un guiño, el acento
de un verso blanco extraviado en un bar.
Eres la sed en la arena del mar,
alguna huella que pisa en el viento.

Tan sólo Ayer emprendías tu hogar
multiplicando tu sangre contento
y hoy tu legado de firme cimiento,
es un silbido de bala lunar.

En mi almanaque de cuestas ya advienen
hojas que caen, matices en ocre;
y las estrías del gesto feliz

me han dado el agua y la luz que sostienen
tus enseñanzas, que son mi raíz,
en un lugar poco amable y mediocre.



© Amarante M Matus
* La ilustración en este post es  la pintura "Nocturno" de Mariela Mónica Montes.




martes, 12 de mayo de 2015

La trampa de la “representación”



No leo en tiempos de comicios los periódicos:
“Señor” fulano, un aspirante a diputado,
propone tal iniciativa que es un bodrio
y encima cree, que debemos de fumárnoslo.

Hay muchos otros que se dicen libertarios
y van sembrando sus discursos presuntuosos
en todo medio en “su bolsillo” de repartos.
El noble pueblo ya no compra su abalorio.

Mas no podemos desligarnos de su mierda,
nos quieren ver supeditados a sus huestes
de azul o verde o amarillo o tricolor.

Nos tratan como a minusválidos sin sol
que irradie ya la indignación haciendo frente
a tanta rata que no cumple sus tareas.

Saber que estamos hasta el cuello y en su trampa,
no duele más, tampoco menos… sí desgasta.



© Amarante M Matus 2015



viernes, 17 de abril de 2015

Canto para... Sofía,  por si debo nombrarte




Me ilusioné contigo algo mayor.
No, no fueron las mañas de un vejete
sí, un inexcusable adiós al pánico
que había sido estigma desde el vientre
de alguna puta decisión tomada
que sin saberlo, fuese trascendente.

Me voy debiendo a ti con la pasión
y la impaciencia de cualquier rebelde
que se muere feliz por la utopía
si llega desbocada pa’ ofrecerle
un renacer que el tiempo postergó.
Porque soñé contigo cuando imberbe
—correteando tímido palabras—
quise poner en mis sustancias siempre
algo del corazón pero sin versos,
pues continuaba aún sin conocerte.

Y me enredé en tu vuelo con tus danzas
que han hecho de la noche un taburete
donde nos entregamos al amor
en blancas horas que respiran verdes
hasta el acontecer de negros grafos
que lúdicos o entristecidos vierten
sobre la palidez más solitaria
un poco de la sangre y su torrente.

Y aquí me tienes a merced de imágenes,
de música y parábolas, que en suerte:
patean, acarician, regurgitan,
ilusionan, engañan o padecen
al centro de este pecho despoblado
que cuando vienes —nunca indiferente—
no se mete a la cama con tu luz
porque se va al tejado para verte
y traducir tus cantos en Romances;

la grácil sinfonía que sugieres.



© Amarante M Maldonado



miércoles, 1 de abril de 2015

Un gaita para Norma




Hay una dama  texana y azteca
que se me pierde en los días de julio
y me aparece en las noches de niebla,
para alejarme las sombras del mundo.

Ella es la cómplice loca y serena
que me despide con besos de zumo,
con su limón o canela o frambuesa
en cada vez, si es que hablamos… ¿Minutos?

Nos encontramos de nuevo en la Siete
casi la esquina de Zurco en mi Infona,
cuando pasaba evocando su estancia

por lo que alguna ocasión fue su casa.
No lo preguntan, ¡verdad!, pero siempre
llueve alegría… si hablo con Norma.


© Amarante M Matus
* Infona es el apocope de Infonavit, Colonia donde vivo.





viernes, 27 de marzo de 2015

Me recuerdas a Sabina




Siempre supiste huir
con la fugacidad de tus silencios
y la tenacidad de tus antojos
por no saber
que en el amor apenas empieza a germinar
una punción para dejarse el alma
muy pocos son los que le huyen:
solo el cobarde
o el mentiroso.

Por eso
hoy puedo descifrar tu alianza con Cupido
en la necesidad de la oquedad
que te llevó a cazarme
cuando la claridad del corazón
te lo decía con franqueza
“no es amor lo que buscas”

y el juego terminó
cuando ganaste el desafío,
cuando te decidiste a botar el disfraz
porque tu meta siempre fue muy clara:
satisfacer tu ego
de niña competente

y colocar tu nuevo trofeo en la vitrina.



© Amarante M Matus
* Sabina es uno de los dos personajes femeninos de la novela “La insoportable levedad del ser” de Milan Kundera.
** La foto es de Michel Comte.



miércoles, 25 de marzo de 2015


Te miro e imagino



Me olvido de las formas como un pingo
cuando te miro caminar  mi calle,
si es que vas a la misa del domingo
con tu vestido que no esconde el talle.

Mis instintos me dicen que me calle
si muero por gritar, ¡te quiero un chingo!
mas no quiero perderme en el detalle
de comportarme bien y con distingo.

Me vuelven loco esas formas bellas,
que sutiles despiertan mi deseo,
lanzándome a tu mar como Teseo.

Me ciegan las señales que destellas,
si tus ojos reposan en mi hombría
porque ya puedo oler a nuestra cría.


© Amarante M Matus
* La imagen es del pintor Slava Groshev + Rusia 1971