martes, 5 de febrero de 2013

La analogía del trovador y el juglar: Años, Pablo Milanés



El tiempo y…

Después de varias semanas de ausencia hoy voy a ser breve. En esta entrega quiero compartirles unas líneas que encontré en la monumental obra de Gabo y, como su poética magia, me remitió a una canción del entrañable Pablo Milanés acompañado de la enorme Negra Sosa.
 
Un tema fundamental en las letras de Pablo Milanés es el tiempo: su decurso, sus huellas, sus inconvenientes y sus lecciones. “El tiempo, el implacable, el que paso” “Cuánto gane, cuánto perdí” “Para vivir” “Mírame bien” y “Años” son un botón de muestra. El desarrollo de cada pieza va de la falta de pasión en la fórmula del amor a los recuentos de una vida; o, del desfase en el amor así como la evolución o trasformación del mismo.
 
En Cien años de soledad, la relación del tiempo con la soledad, el amor y los personajes de Macondo, es él quien nos conduce a través de las generaciones de Úrsula y José Arcadio, hasta la llegada del último de los Buendía, con quien  queda sellado el fatal destino de Macondo y sus pocos sobrevivientes.
 
A propósito de Aureliano segundo y Petra Cortes transcribo las siguientes líneas que no puedo dejar de asociarlas con ese tiempo que pasa y nos va pone viejos; tiempo que hace del amor otra cosa muy distinta a los hervores de la juventud pero que no deja de ser amor. El amor que alguno de los pesimistas ha definido como el invento de aquellos quienes no han podido curar una enfermedad llamada soledad. Vaya pues este hermoso pasaje y la canción de “Años”.
 
“Ambos evocaban entonces como un estorbo las parrandas desatinadas, la riqueza aparatosa y la fornicación sin frenos, y se lamentaban de cuánta vida les había costado encontrar el paraíso de la soledad compartida”
 
 
Disfruten el video porque es genial.

Buenas madrugadas.

 


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