jueves, 14 de marzo de 2013

La analogía del trovador y el juglar: Una trova y una película




DOS DISCURSOS, UNA TEMÁTICA




Por razones de sincronía esta semana vamos hablar de un tema que se cruza con el mejor amigo del hombre, creo así muchos dicen de su mascota preferida, cuando se trata de un can. El domingo apenas me platicaban experiencias fascinantes de Luky: un bóxer hermoso, con garbo, blanco de manchas cafés en cuerpo y rostro, al que le agradan las caricias de chichas bachilleres, no tanto así las de los chavos. Cuando me platicaban su historia recordaba mi tiempo con Rocco, un Schnauzer medio neurótico, muy nervioso e ingobernable pero eso sí, muy noble ¡Saben! No olvido lo ingrato que era con él, cosa que todavía me reprocho.  Su nombre desde que llego a casa con mi tía para hacerle compañía a mi primo, un poco enfermo, invariablemente me remitía al film Rocco y sus hermanos de Luchino Visconti.


El asunto es que muchos tenemos una historia con estos simpáticos y peludos seres. Para algunos son más que mascotas; son miembros de su familia ¡Son la familia! Para muchos son y han sido sus héroes, como alguna vez lo fue Luky para los estudiantes a quienes salvo de un atraco o para la mamá de sus dueños a quien defendió de los insultos de un despreciable señor entrado en años.

Y así, justo así, comienza la historia de Hachiko un perro Akita japonés que siempre fue leal a su Dueño. “Hachiko: a dog’s story” (Siempre a tu lado, Hachiko), es la historia de un singular ser que se llevó a las pantallas de Hollywood en 2009 y comienza relatando el nieto del profesor  Parker Wilson (Richard Gere) cuando en un ejercicio cada estudiante debía relatar la historia de algún héroe. Esta versión es un remake de su versión original de 1987 Hachikō Monogatari.

La historia de 2009 habla de la relación de Hachikó y su amigo Parker al lado de su familia con quien desarrolla una amistad basada en la complicidad la lealtad y el amor. Es una historia que nos habla de las capacidades afectivas luminosas y espirituales que pueden dotar a un ser que no es de nuestra especie y al que, en general, tendríamos que respetar comprender y querer más. Una película donde el destino une dos vidas para separarlas y luego reunirlas nuevamente en un plano más etéreo. Una cinta que nos habla de la espera, la esperanza y los misterios en el corazón de Hachikó. Una historia que, como afortunadamente cada vez más las hay, nos da lecciones de humildad y cultura del afecto entendida como la expresión de algo que se construye con el tiempo el empeño y la participación de dos.

Y se preguntarán ¿Qué tiene que ver todo esto con la trova o la canción que sale de la inspiración de un cantautor? Bien, pues que ésta forma expresiva, a veces sólo acompañada de guitarra piano u acordes orquestales igual nos puede narrar historias como la de Hachiko. Es la magia existente en dos discursos que convergen y cada uno desde su narrativa aborda la misma temática. “Siempre a tu lado, Hachiko” y “Si me haces caso” no son tan diferentes en el fondo, sólo en sus formas.

Todavía el sábado un alma bella nos hacía notar, a un amigo y a mí, cómo tres peludos jugaban correteaban la pelota que lanzaba su amigo. No peleaban, no competían, no querían destacar; simplemente se divertían y alimentaban la camaradería con sus dueños. Aquel que atrapaba la pelota la llevaba feliz al hermano mayor para que éste la lanzase nuevamente repitiendo el ritual forjador del afecto. Hachiko no devolvía la pelota al profesor Parker Wilson cada vez que éste se la lanzaba, hasta aquella ocasión, vital por cierto, que quiso prevenirle del fatal destino que le esperaba, llevándole por primera y única vez la pelota de vuelta justo a sus habituales despedidas frente a la estación del tren.

El video que les comparto precisamente está hecho con imágenes de la película y la canción es de nuestro siempre admirado, querido y enorme Filio.

Ojala les guste esta entrega que está llena de referencias dadas en un fin de semana en forma espontánea y la magia de esos seres con quienes compartimos este mundo.

Nueve y diez de marzo 2013.



18 comentarios:

  1. Nunca olvidaré esa película, que me hizo llorar mucho. Pues sé que sucedió en la vida real. Hoy en día se alza en memoria de ese perrito, una estatua allá en su país de origen. La población no lo olvidó y le hizo ese póstumo homenaje. La fidelidad de los perros muchas veces va más allá de la muerte. Yo amo a los perros, he vivido con ellos desde la primera vez en que mi padre me regaló una perrita blanca, cuando yo tenía apenas 11 años de edad, y hoy ya en mi madurez he tenido varias razas de perros, entre ellos dos cocker spaniel, un San Bernardo, un pastor alemán platinado, y un perrito chusco adorable y humilde, (como todos). Este último lo recogió mi esposo de la calle, y ya está viejito, ha sufrido mucho toda su vida, pero al menos le damos cariño y buena comida en lo último que le reste de tiempo. Gracias por compartir este hermoso escrito y video, y que bueno que ames a los animalitos también. Dios te bendiga. Ingrid Zetterberg (Te invito a mis blogs: http://fraganciaespiritual.blogspot.com y http://elsenderodemisversos.blogspot.com Serás bienvenido.)

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    1. Muchas gracias Ingrid. Yo he tenido cuatro amiguitos en mi vida. Curiosamente se han ido pronto, porque se perdieron o me los robaron, por un infortunado accidente producto del descuido, porque se han mudado pero por alguna razón no han estado conmigo más de dos años.
      Sin embargo los amo, los respeto y espero pronto estar en condiciones de adoptar uno. Muchas gracias por compartirme tus hermosas experiencias y por el valioso tiempo que dedicaste a la lectura de este texto.

      Claro que acepto la invitación y pronto te devuelvo la hermosa visita. Un fraternal abrazo.

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  2. Hola Gonzalo,maravillada con esta publicación imaginate que amo tanto a los animales que en transcurso del día me la paso platicando con Cherry mi mascota,muchas veces nos quedamos viendo y se que me entiende,aunque científicamente te dicen eso no es posible yo se que ella me entiende....Un tema muy conmovedor y muy bien llevado por tu pluma,denotando una vez mas tu versatilidad....Felicidades mi querido amio y que siga fluyendo esa inspiración,yo aqui como siempre,te espero...Besos y abrazos :)

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    1. Muchas gracias Mari, Cherry debe ser muy afortunada -bueno, creo ambas lo son.
      Mira que puede que científicamente no esté probado que nos entiendan pero la ciencia también pude fallar a veces o hay respuestas que todavía no encuentra.
      Además el entendimiento con nuestros amigos menores se da a otros niveles, más en la emocional y lo sentimental. Y la ciencia aunque ya adelanta algunas explicaciones para dichas sustancias la verdad que a mí no me convencen.
      Como siempre, agradecido por la visita y la generosidad de tu comentario.
      Un beso que ha vencido las distancias.

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  3. Vi la película y también lloré. Es muy emotiva como lo es la relación de un perro con su amo. Mi perro se llama Rocky y es un schnauzer y es nervioso también. Justo ahora padece de demencia senil y nos causa mucho estrés y el veterinario nos dijo que quizás era hora de poner fin a su vida por lo que nos provoca, pero me no puedo despedirme de él cuando a pesar de no responder cuando le llamo, o mostrarme sus dientes cuando le acaricio, sé que tiene momentos en que recuerda a su "mamuchi" que soy yo y me huele, se frota conmigo, me muerde los pantalones para que le saque y se pone feliz cuando llego del trabajo. ¡Me extraña! y yo no puedo despedirme de él aún aunque tenga que arrastarle casi para que de un paseo. Es mi familia y lo quiero conmigo.
    Un abrazo grande amigo.

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    1. Muchas gracias por esta experiencia y lección de vida que me regalas al lado de Rocky-
      Es un gesto de amor no querer dormirlo y también es un gesto que habla bien de ti.
      ¿Cómo dormirlo a un hijo? ¿A un compañero y amigo que ya es la familia? Llegado el momento, seguro sabrás despedirte y tomar una decisión tan difícil Lumy.

      Gracias por leerme.
      Un fuerte abrazo amiga y compañera de aventuras líricas.

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  4. Los animales son la medida de nuestra sensibilidad. Un abrazo, Gonzalo.

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    1. Gracias Esther, muy cierta la frase que compartes.
      Saludos.

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  5. Noble es la palabra que mejor define al perro. Me ha gustado el texto, esas imágenes elegidas de la película y la canción. Comparto.Un abrazo.

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    1. Hola María José.

      Es verdad, son seres de una profunda nobleza y lealtad, agradecido con tu visita y por compartir.
      Un beso.

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  6. No vi la película pero había leído sobre algo sobre la historia y es increíble lo que pasa con ese perro, (todo un símbolo en Japón). Realmente es increíble como un perro puede llegar a ser, a veces, más humano que la mitad de las personas.
    Me encantó tu publicación. (no entiendo porque no aparece la actuallización de tu blog en el mío).
    Un abrazo Gonzalo.

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    1. Muchas gracias Marybel. Yo quiero ver la versión original; espero conseguirla. Por otro lado, algo le sucede a Mr. Google que anda haciendo pequeñas maldades, jajaja.
      Abrazos querida amiga.

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  7. Nunca tuve perros, sí gatos, por los que tengo debilidad... y ellos lo saben.
    Veo todas las películas protagonizadas por perros, aun las malas, porque siempre se aprende algo de estos animales tan fieles.
    La de Richard Gere, que aquí vino con otro nombre, me encantó y emocionó y te agradezco por el video, así pude rememorar algunos de sus momentos.
    Una entrada entrañable, Gonza, que hoy pude disfrutar porque aquí es feriado (en recordación de la guerra de las Malvinas, en 1982).
    Un fuerte abrazo, compañero.

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    1. Muchas gracias Mirella por el tiempo. Mi amiga que esa ocasión nos hizo notar el juego de los perritos con la pelota ama a los gatos y siempre ha convivido con ellos.
      Los animalitos siempre nos dan buenas lecciones.
      Un abrazo y gracias por pasar por aquí.
      Besos.

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  8. Un placer leer esta publicación. Siempre he tenido perros. Ahora tengo gatos y perra, mi pequeña gran familia. Todos ellos con historias duras. A base de cariño, paciencia y dedicación he conseguido que vuelvan a confiar en el ser humano. Jajajaja lo gracioso es que yo, sólo confío en ellos.
    Un abrazo, Gonzalo.

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    1. Intuyo que a alguno o varios de ellos los has adoptado. Con los peludos sucede lo mismo que con nosotros. A veces no hay quien guíe, cuide y de cariños, uno se vuelve arisco y desconfiado.
      Supongo tus pequeños hijos han encontrado ese cariño que los humaniza en el mejor de los sentidos.
      Me alegra leerte por aquí Mabel.
      Un besazo amiga.
      Gracias.

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  9. Es una gran manera de unir varias historias, distintas formas de expresión.
    No soy un amante de los perros, ni de ningún animal, pero sé de la nobleza tan grande de los perros.
    Abrazo

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    1. Yo diría que soy profundamente respetuoso de ellos y en ese sentido, los amo Gildardo aunque mis historias con ellos no han sido del todo afortunadas.
      Los que han llegado a casa, por alguna razón se han ido pronto.
      Gracias por pasar.
      Un abrazo.

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